El corredor de seguros es una figura imparcial, ya que no se debe a ninguna compañía de seguros. Esto permite al corredor poder identificar ofertas que, inicialmente, parecen muy ventajosas, pero que incluyen cláusulas lesivas para los intereses del asegurado, que podrían llegar a perjudicar al cliente en el futuro.
A parte de imparcial, el corredor nos asesorará y guiará en todo momento, no solo en el momento de ayudarnos a decidir qué tipo de necesidades tenemos, sino también en la búsqueda y contratación del seguro y, por supuesto, en el servicio post venta en caso que deba darse un parte con reclamación o tramitación de cualquier siniestro.